martes, 8 de marzo de 2011

PATI, POLÍTICAS KEYNESIANAS Y CLIENTELISMO POLÍTICO

PATI,  Programa de Apoyo Temporal al Ingreso, es un programa del Gobierno de El Salvador, sustentado en un empréstito del Banco Mundial por $50 millones, que se destinará  al pago  mensual de $100 durante 6 meses, a personas  mayores de 16 años, dando preferencia a mujeres jóvenes jefes de hogar que se dedicarán a labores de  capacitación para el aprendizaje de un oficio, arte urbano, promoción turística, deporte  entre otras actividades.

La lógica de este programa es hacer transferencias de ingreso a pobres urbanos durante el período de recesión económica  como una manera de disminuir el desempleo e incentivar la demanda. Claramente se enmarca dentro de los postulados de John Maynard Keynes que sostenía que en un período de dificultades económicas donde había disminuido el gasto de particulares, éste debía ser suplementado por el gasto público para romper el ciclo recesivo.

La pregunta que nos debemos hacer en estos momentos es si esta política es efectiva, basándonos en las siguientes características del programa PATI como el hecho que el origen de sus fondos es un empréstito que debe pagarse, el programa solo dura 6 meses y el valor que pueden tener ciertas actividades a las que se dedicarán los participantes para introducirse o reintroducirse al campo laboral.

En primer lugar el hecho de endeudarse para la realización de un gasto temporal es cuestionable. El valor del empréstito se sumará al monto de la deuda pública que deberá pagarse, creando presión para el aumento de tributos y la consecuente disminución de la capacidad adquisitiva de las personas creando un escenario a largo plazo de dificultades económicas.

El plazo del programa de solo 6 meses crea dificultades para la enseñanza de habilidades y competencias significativas en los destinatarios y si revisamos el listado de actividades que realizarán los participantes, algunas de ellas tendrán difícil acogida en el ambiente laboral como son los casos de arte urbano, deporte, promoción artística, convivencia ciudadana, en los que nos preguntamos sobre su valor económico posterior.

Fuimos testigos en una publicación en La Prensa Gráfica de un proyecto de la municipalidad de Guadalupe, San Vicente, de arte urbano  en el cual se decoraban las paredes del municipio con el objeto de evitar grafitis.

Es un buen propósito pero uno debe preguntarse, dentro de 6 meses ¿Qué pasará con estas personas?  ¿Cuáles serán sus perspectivas laborales? ¿Por qué el gobierno suscribió este préstamo con los inconvenientes antes señalados?  Tristemente en nuestro país, se vislumbra un futuro usual. La mayoría de los beneficiarios son votantes así que tendremos presión política, por lo que será muy difícil que desaparezca el programa y se constituirá una carga más para el erario nacional, con el populismo convirtiéndose en política pública.

Por Gerardo Arístides Márquez 

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